El árbol de neem es uno muy especial y aquí te presentamos los valiosos efectos y los posibles usos del aceite que se obtienen de él.

Los árboles de neem pueden hacer maravillas contra las plagas. [Foto: carrotmadman6 – CC BY 2.0]
El árbol de neem (también llamado neem o margosa) es una planta muy interesante que se ha utilizado en la medicina ayurvédica durante más de 1000 años en su tierra natal. El árbol pertenece a la familia de la caoba y es muy cómodo en climas subtropicales a tropicales.
Asimismo, lo valioso de este árbol son sus muchos ingredientes, de los cuales aún no todos se han investigado, dado a que la mayor concentración de los ingredientes se encuentra en las semillas y estas son particularmente valiosas.
Propiedades de los ingredientes
Los ingredientes activos del árbol de neem tienen un espectro de actividad muy amplio, ya que ayudan a tratar enfermedades virales, combatir infestaciones de hongos, ácaros y funciona especialmente contra insectos. En el caso de la infestación de insectos, el neem ha demostrado su eficacia contra las siguientes plagas:
- Pulgón harinoso de la manzana.
- Mosca blanca.
- Minador de hojas.
Las preparaciones de neem incluso se utilizan contra las langostas. En el caso de los insectos, el efecto se basa en que las plagas dejan de comer y se dificulta su desarrollo.
Otro punto a favor es que algunos ingredientes del árbol de neem tienen un efecto sistémico. Esto significa que los ingredientes activos son absorbidos por la planta y distribuidos por todo ella, haciendo que incluso las plagas ocultas puedan combatirse.
Aunque, curiosamente, los ingredientes activos no son tan peligrosos para la mayoría de los insectos beneficiosos y, afortunadamente, no afectan a las abejas; así como tampoco a los organismos acuáticos, ya que estos no suelen tener problemas con los ingredientes.


Aplicación de neem
Si prefieres no experimentar con la harina de neem, de la que hablaremos en un momento, puedes utilizar una de las mejores alternativas a los productos terminados, como lo son las semillas de neem, ya sean trituradas o molidas, las cuales solo se sumergen en agua durante al menos 24 horas (50 gramos por 1 litro de agua) y ya estaría listo para ser utilizado. Lo ideal es que las plantas infestadas se rieguen o rocíen con el extracto de agua producido.
Además, dado que los ingredientes activos funcionan mejor en contacto directo con las plagas, es preferible que se utilice el tratamiento por aspersión. Algunos jardineros también mezclan la harina de neem directamente en el suelo al trasplantar, ya que esto está destinado a absorber lentamente los ingredientes activos en la planta y brindar protección a largo plazo.
Los pasteles de prensa de neem también están disponibles en las tiendas y debido a que con estos ya se ha exprimido el aceite de las semillas y con él los principios activos, es un producto que pese a no ser apto para la protección de plantas, funciona como buen fertilizante orgánico.
De igual forma, debe tenerse en cuenta que el extracto de agua no debe rociarse en condiciones de calor y luz solar extremos, debido a que los ingredientes se descomponen rápidamente por la radiación ultravioleta y luego ya no pueden funcionar.
Por último, según la Oficina Federal para la Protección del Consumidor y la Seguridad Alimentaria, el aceite de neem está clasificado como un producto seguro para los gatos. Sin embargo, algunos estudios científicos han demostrado que el tratamiento con aceite de neem puede provocar un malestar más o menos grave y síntomas clínicos como temblores y calambres en gatos individuales.
Por esta razón, le recomendamos que, si es posible, aísle las plantas tratadas con preparaciones de neem durante el período de espera de los gatos.